4.5. Las metaformances
Cumplido (2015, pág. 117) se refiere a las metaperformances como aquellas prácticas a medio camino entre las performances en vivo y las performances audiovisuales, es decir, que utilizan elementos tecnológicos que posibilitan una ampliación de las capacidades del cuerpo humano. En este grupo se incluirían aquellas performances que se sirven de la imagen de vídeo, pero también de otros dispositivos tecnológicos y audiovisuales para elaborar su mensaje como la videoescultura y la videoinstalación.
«El término “metaformance” fue propuesto por la teórica del arte Claudia Giannetti en 1994 tras haber constatado cómo las performances de las décadas de 1960 y 1970, que en principio se habían orientado hacia una vertiente que enfatizaba el elemento físico y corporal, fueron evolucionando hacia obras en las que el lugar del cuerpo era ocupado por elementos tecnológicos y audiovisuales. La metaformance sería una categoría expandida de la performance que agruparía a todas aquellas variantes multimediales que se sirven de instrumental electrónico, telemático, de digitalización y manipulación de la imagen, de simulación corporal y espacio-temporal».
En el recurso ArtToolkit, en el bloque «Elementos», apartado «Cuerpo», punto número 5, titulado «Cuerpo, fantasía y nuevos imaginarios», se encuentran diversos ejemplos que exploran esta línea de amplificación del cuerpo mediante las figuras del ciborg, o los imaginarios poshumanos de amplificación del cuerpo con implantación de prótesis, injertos e incorporación de dispositivos tecnológicos. Como ejemplos, la artista Orlan, o el arte ciborg, basado en la intensificación de sentidos nuevos al cuerpo humano por medio de implantes cibernéticos, como en el caso de los artistas Stelarc y Jaime del Val o la bailarina Moon Ribas (véase ArtToolkit, bloque «Elementos», apartado «Viewpoints», sección «Repetición»). Estas corrientes transhumanas persiguen las posibilidades poéticas de la tecnología y exploran las capacidades y limitaciones del cuerpo humano, llevándolas al límite de lo posible, hacia nuevas realidades e imaginarios inexistentes.
Con la incorporación de dispositivos tecnológicos, como la telepresencia, el directo, los sensores, etc., el cuerpo del artista se deconstruye y amplifica haciéndonos reflexionar sobre los parámetros convencionales de comprensión de lo humano y de la fisicidad del cuerpo. El ejemplo más citado es el de la artista francesa Orlan, que somete su cuerpo a una serie de transformaciones físicas radicales mediante operaciones de cirugía para cuestionar el ideal de belleza femenino occidental y los cánones de representación del cuerpo de las mujeres en la historia del arte. Desde sus comienzos que ha explorado diversos lenguajes, como la performance, el vídeo y los proyectos multimedia, las instalaciones, la fotoperformance y, más recientemente, los avatares, videojuegos y animaciones 3D (para más información de la artista, véase ArtToolkit, en el bloque «Elementos», apartado «Cuerpo», punto número 5, titulado «Cuerpo, fantasía y nuevos imaginarios»).
Orlan fue de las primeras artistas en usar la telepresencia, que ofrecía los avances en telecomunicaciones para realizar performances en directo en los que la artista no estaba presente en el lugar que ocupaban los espectadores en las galerías de arte, pero podría establecer una comunicación directa con ellos proyectando su presencia desde un quirófano que retransmitía en directo sus operaciones de cirugía.